Una Manera Diferente de Prevenir las Enfermedades Respiratorias
Unas de las enfermedades más frecuentes son las Enfermedades Respiratorias de vías altas: garganta, nariz y oídos. Tanto en niños como en adultos estos padecimientos pueden complicarse o volverse crónicos. Durante años se han combatido con fármacos: descongestionantes, antihistamínicos, mucolíticos, antivirales, antibióticos, etc. Obteniendo en la mayoría de los casos éxito. Sin embargo una vez que cede el cuadro el papel del médico termina hasta que se repite. En algunos pacientes se vuelven periódicas estas infecciones y no solo tienen el riesgo de complicarse y además de causar ausentismo en escuelas y en el trabajo, generando un gasto para el enfermo y la población.
En los últimos veinte años de tratar estas enfermedades, puse en práctica estrategias que ayudan a prevenirlas. Como acortar su presentación, lograr que los síntomas sean menos molestos, que no se compliquen y que el periodo de evolución sea más corto.
En primer lugar se que el concepto de “me contagió” es obsoleto. La persona “se deja contagiar”. Y en segundo lugar, varios factores hacen hábil al huésped para que el germen infecte.
Cuatro cosas juegan un papel importante en las enfermedades: la genética, el estado nutricional, el equilibrio de la flora intestinal; que se llama Microbiota, y la carga total del paciente. Es decir la cantidad de contaminantes que contiene el cuerpo. El estado de ánimo y el sueño pueden afectar algunos de estos pilares de la salud.
Pongamos de ejemplo un catarro común. Cuando en la oficina llega esta enfermedad notará que hay algunos compañeros jamás se enferman, pero siempre la sufren. El que la padece puede que: no tenga un sueño de buena calidad, o tiene problemas en el mismo trabajo o en casa, o quizá sufre de falta de nutrientes como: vitamina D3, o antioxidantes como la Vitamina C o la Vitamina E o de minerales como una deficiencia de Zinc. Puede ser que también tenga una carga total alta con metales pesados como el mercurio. Y si padece colitis, puede ser por una disbiosis; el desequilibrio de la microbiota, y hacerse más propenso a infecciones ya que esto genera endotoxinas. La suma de varios de estos factores generará que su sistema inmune no lo defienda.
La respuesta se encuentra en mantener un buen estilo de vida. Higiene del sueño; 8 a 9 horas, nutrición adecuada: alimentos orgánicos, masticar 10 a 15 veces cada bocado. Estar hidratado con agua pura. Comer fibra para mantener una buena microbiota y respaldarla con probióticos de buena calidad. Su médico puede verificar el nivel de vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y amino ácidos. Así como el grado de toxicidad por metales pesados y químicos orgánicos. En ciudades con climas secos el hidratar la nariz dos a tres veces al día a razón de un gotero de solución fisiológica, mantendrá el movimiento ciliar óptimo para que las secreciones no se peguen y sean medio de cultivo para infecciones.
Esto no es una receta de cocina general. Se debe elaborar un Plan de Salud individual en base a las características de cada paciente y trabajar con él para corregir los 4 pilares de la salud y evitar más infecciones para vivir sano.
Dr. Javier Hdz. Covarrubias.